Reflexión
(disfrazada de blog)
El último año ha sido muy disruptivo para mi. Entré en un proceso de re-descubimiento de mi esencia y narrativa artística.
Todo comenzó hace dos años, en realidad... Por un tiempo estuve desarrollando una idea; el proyecto de mudarme a otro país, empezar de cero en otro lugar(en cierta medida). Fueron muchos cambios que desembocaron en una fluidez creativa. Ser creativo y productivo era mi escape ante los grandes cambios que estaba viviendo, y que para ser franco, me aterraban.
Inconscientemente esto me ayudó a llevar mis ideas a mas medios fuera de la música.
Empecé a experimentar mas con la imagen y la escritura. Naturalmente, esto influenció también mis procesos en la producción y composición musical y se fue haciendo un ciclo, donde me resultaba mas sencillo finalizar conceptos o proyectos que antes no sabía como terminar de desarrollar.
Hasta que un día, por circunstancias ajenas a mi, todo cambio drásticamente.
Tuve que regresar a México y replantear todo mi trabajo de los últimos 2-3 años. Era muy desconcertante como después de trabajar tanto para esa nueva etapa, todo pudiera acabar tan bruscamente.
En su momento no tenía cabeza para entender lo que pasaba y tomé la decisión de pasar un par de meses desconectado. Corté de tajo el ritmo y consistencia que había desarrollado.
Por primera vez en 8 años, dejé de estar persiguiendo cosas y simplemente "estaba", aunque no muy presente.
Me hice "cómodamente insensible". Esto me llevó a replantear la raíz de todo ese proceso;
había construido una idea y una meta de lo que quería hacer muy lejana a lo que realmente me hizo enamorarme del cine. Me enamoré de un cine muy narrativo y centrado en la emoción, con exponentes como Ennio Morricone, Phillip Glass, Johann Johannsson, Fernando Velázquez, Alberto Iglesias, Jonny Greenwood, Warren Ellis, etc.
Aunque tomó tiempo darme cuenta, fue bueno todo el viaje que tuve que atravesar para recuperar la esencia de mi pasión y lo que quiero expresar con mi música.
Lo primero que atiné hacer fue terminar un par de proyectos que llevaba ya mucho tiempo desarrollando -quitándome ideales- simplemente entregándome al sentimiento inicial. Es como si se hubieran terminado por si solos.
Empecé a desarrollar un sonido diferente, alejado del tono vintage y armonías rebuscadas que envolvían mi trabajo anterior. Esta búsqueda me ha llevado a experimentar mas con electronicos y formas distintas de composición, lo que me lleva a resultados inesperados. El fluir sin esperar un resultado en especifico me ha liberado de una carga y me esta llevando en un camino mas claro hacia el descubrimiento de mi voz.
Actualmente estoy componiendo una obra para cuarteto de cuerdas, seccionado entre 8-10 piezas aproximadamente. La idea es que dure tentativamente 30-40 minutos. El corazón de este proyecto es muy melancólico y estoy tratando de no forzar el proceso. Quiero conectar con una narrativa mas minimalista y dulce, que se que tengo guardada en mí.
Aún no tengo certeza si incorporaré elementos electrónicos o algún instrumento externo a los del cuarteto (me seduce la idea de un clarinete para un par de piezas.... no lo sé).
Conforme siga desarrollando el proyecto, iré desahogando parte del proceso por aquí.
Es un buen momento para crear y compartir; me he desprendido de espectativas y abrazo mas la idea del presente y aprovechar lo que tengo a mi alrededor, sobre todo a mi gente.
Cuando dejé de esperar e idealizar, empece a sentir y disfrutar.
- Pablo Delgado Aguilar | 4 de junio 2024 -